En un rincón donde la magia de la naturaleza cobra vida, se encuentra una joya de belleza inigualable: la Cascada Encantada de Chacacapac. Este paraíso escondido ofrece una vista espectacular con sus impresionantes caídas de aguas cristalinas y frías, rodeadas por un paisaje que parece sacado de un cuento de hadas. La pureza de sus aguas es un testimonio de su inmaculada condición, libre de cualquier rastro de contaminación.
El nombre de esta cascada tiene un origen fascinante en la cultura cañarí. Proviene de las palabras quechuas “Chaca,” que significa “puente,” y “Capac,” que se traduce como “grande” o “digno.” Así, “Chacacapac” puede interpretarse como “Puente Grande,” una evocación de la majestuosidad del lugar.
Además, “Capac” también tiene connotaciones de dignidad incásica, reflejando la grandeza y el respeto que el lugar inspira. Visitar la Cascada Encantada de Chacacapac no es solo un deleite para los sentidos, sino una inmersión en la historia y la cultura ancestral de la región. Cada gota de agua y cada rincón de este paraíso natural cuentan una historia de esplendor y pureza que espera ser descubierta.